Laboqueria es un estudio de arquitectura en Barcelona que evidencia la experiencia de múltiples colaboraciones locales e internacionales. Esta perspectiva global, multidisciplinar y participativa, aseguran les permite tener una visión hacia la arquitectura renovada y diferente.
Con foco en los aspectos sociales, económicos y medioambientales, buscan abordar sus proyectos de forma integral acercando a las distintas personas involucradas en el proceso. Entre sus obras, se encuentran el edificio de viviendas La Balma realizado junto a la cooperativa de arquitectos Lacol; la Reforma d’un local junto a Marta Peinado Alós; y la Casa Ca's Bouer junto a Jordi Queralt.
ArchDaily, interesado en los procesos colaborativos y participativos a través del tema Democratizar el Diseño, realizó una entrevista con Laboqueria para conocer sus principales inspiraciones, desafíos y visiones.
Fabian Dejtiar (FD): Los Temas Mensuales de ArchDaily buscan ser una respuesta a los asuntos más urgentes de la arquitectura. En junio estuvimos trabajando con Democratizar el Diseño indagando sobre si es posible que el diseño sea para todos. ¿Cuál es su punto de vista?
Laboqueria (LB): La democratización en el diseño puede ser observada desde diferentes ángulos. Desde como incluir diseños para las necesidades diaria hasta cómo diseñar de manera inclusiva. Dependiendo del tipo de proyecto arquitectónico, se establece un tipo de relación con la usuaria final. En una vivienda unifamiliar, por ejemplo, se establece una relación directa con el cliente, y en cambio, por ejemplo, en procesos participativos de espacios públicos la relación se establece con una masa social representativa. En cualquier caso, entendemos la relación con la usuaria final, como un diálogo constante del proceso arquitectónico que evoluciona y se adapta a las necesidades.
En el caso del proceso de diseño arquitectónico de un edificio de vivienda cooperativa, y donde existe un grupo consolidado como colectivo, todos los actores, incluidos inquilinos, promotora y técnicos, realizan procesos participativos para tomar las decisiones de diseño, asesoramiento energético y mantenimiento bajo nuestro punto de vista técnico.
FD: En esta línea, Laboqueria junto con el estudio Lacol se presentan bajo el lema "Cooperativa de Arquitectos" y "Arquitectura Cooperativa", ¿Cuál es la inspiración detrás de esto?
LB: Nuestro estudio se fundó en un momento de crisis económica y en los que se había puesto en duda los cimientos sociales y económicos. Es por ello que como cooperativa promovemos nuevos modelos de relaciones entre las personas con el objetivo de generar proyectos arquitectónicos e infraestructuras comunitarias que promuevan la sostenibilidad, el cooperativismo y la participación.
Entendemos la arquitectura cooperativa como la gestión transversal de los recursos sociales, económicos y energéticos. Entendemos la sostenibilidad como una herramienta clave para la transición económico-social y acercamos la arquitectura a las personas, generando un intercambio de conocimiento y empoderamiento a las usuarias.
FD: En este sentido, ¿Cómo es el proceso de trabajo para llevar a cabo esta arquitectura cooperativa? ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan?
LB: Entendemos nuestro espacio de trabajo y colaboración con las socias que conforman la cooperativa como una relación horizontal, esto aporta generosidad y solidaridad en cada una de las socias trabajadoras. Este hecho permite que la toma de decisiones sea de manera horizontal, democrática y con la participación de todas las socias, apostando por la igualdad y la equidad.
Pensamos que el hecho de crear unos estatutos empresariales donde el centro sean las personas permite aportar una transparencia y respeto que se transmite tanto al equipo internamente como en toda relación que se establezca con colaboradores o clientes. Todo ello nos acerca a un círculo de personas que también apuesta por proyectos en los que se piensa en el bien común, el medioambiente, la igualdad y el respeto social, empresas de la economía social y solidaria.
La preocupación por el entorno y el medio ambiente hace que apostemos por estrategias de diseño que reduzcan el impacto ambiental de los edificios. Introducimos materiales sostenibles para obtener un mejor confort. Además, creemos en la reactivación y reformulación de espacios para dotarlos de nuevos usos y adaptarlos a las necesidades cambiantes de la ciudadanía.
FD: El Premio Mies UE 2022 de Arquitectura Emergente fue para la vivienda cooperativa La Borda del estudio Lacol en Barcelona. De cierta manera esto sigue la trayectoria del Premio Mies UE 2019 de la Transformación de 530 viviendas sociales de Lacaton & Vassal, al destacar obras residenciales que buscan ser principalmente eficientes con los recursos económicos. Me gustaría conocer, ¿Qué dicen estas obras sobre el futuro de las viviendas y de las ciudades?
LB: La vivienda cooperativa propone una alternativa al mercado especulativo inmobiliario, centrado la idea de vida en comunidad, sostenible, autogestionada y corresponsable. Es un modelo que es muy rentable a nivel social. Al ser la propia comunidad la que se implica en la autopromoción, se desarrollan comunidades más resilientes. Estas comunidades se instalan en el entorno y participan de la responsabilidad del barrio acercando y creando una economía circular y cercana, promoviendo un retorno social a la comunidad. Aunque en España no había referentes, en otros lugares sí había experimentos con modelos similares, como en Québec (alrededor de 1% del parque de viviendas en todo el país), Uruguay (3%), Dinamarca (8%) o Suiza (8%).
Estos edificios están pensados para entender una convivencia, con espacios comunes y espacios de uso común. Los espacios comunes son escaleras, vestíbulos y otros elementos presentes en todas las comunidades. Los espacios de uso común son en los que potenciamos la convivencia entre las diferentes unidades de vivienda del propio edificio, como por ejemplo cocinas comunes, salas polivalentes o el uso de la cubierta. El modelo se basa, por lo tanto, en la creación de comunidad y el diseño arquitectónico responde a estas necesidades.
El hecho que se premie y se reconozca este tipo de arquitectura es para nosotros una muestra de reconocimiento a nuestra manera de entender la arquitectura. Este tipo de premios de arquitectura responde a la transformación ecosocial que estamos viviendo, donde cada vez más se pone en valor, y así lo entendemos a la hora de proyectar arquitectura, los aspectos sociales, económicos y sostenibles.
FD: Una de sus obras más recientes es la Vivienda cooperativa la Balma (Lacol + Laboqueria). ¿Hay futuros proyectos similares en camino?
LB: Ahora mismo estamos desarrollando nuevos proyectos bajo los cánones ya comentados anteriormente. Estamos trabajando en un edificio de viviendas dotacionales para jóvenes en Cabrils que incluye espacios comunitarios. En el sector de equipamientos, por ejemplo, estamos realizando el nuevo ayuntamiento de Polinyà, una nueva sede social en Tàrrega o un equipamiento para entidades sociales en Argentona. Además, participamos activamente de Territori de Vincles, una iniciativa sin ánimo de lucro para hacer frente a los retos del mundo rural desde un contexto específico de la Vall del Corb. Estamos realizando acciones a favor del repoblamiento rural, adaptación del cambio climático y la creación de nuevas oportunidades de vida, entendidas de manera amplia: vivienda, trabajo, comunidad y paisaje.
Este artículo es parte de los temas de ArchDaily: Democratizar el diseño. Cada mes exploramos un tema en profundidad a través de artículos, entrevistas, noticias y obras. Conoce más sobre nuestros temas. Y como siempre, en ArchDaily valoramos las contribuciones de nuestros lectores. Si quieres postular un artículo o una obra, contáctanos.
